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Por qué cometo errores al escribir. Un cuento sobre saber más de lo necesario

First edit: 8 de abril de 2024 • Stage: Casi terminado • Certainty: Muy probable • Importance: 2

El sumario

Pues bien, voy a escribir cosas a partir de ahora. Y de antemano te comento sobre este texto: es una explicación para su uso posterior como referencia, para no repetirme. Verás errores gramaticales y especialmente cosas extrañas en la construcción de una frase si decides leer mis textos.

En la continuación habrá una explicación más detallada, pero expresándome en tres palabras: Manejo demasiados idiomas. Se me ha mezclado todo, joder...

El cuento

Como puedes ver, capitalizo la primera letra en los encabezados siempre. Y me da igual que sea gramaticalmente correcto solo en inglés, lo uso así porque me gusta.

Lenguajes maternos que aprendi y sus variaciones. ¿Plural?

Mi lengua nativa es el bosnio, un idioma sobre el cual en algunos lugares existe disputa sobre su existencia, pero no por aquí. Es una lengua eslovena con todo lo que ello conlleva por defecto. Podría decir que lo manejaba bastante bien. Mis padres se expresaban de manera correcta y urbana, y me la transmitieron tal cual. En el colegio tenía notas mediocres en los exámenes de gramática cuando se trataba de explicar cosas como el pluscuamperfecto, pero a la hora de utilizar el bosnio para escribir, hablar y, en fin, expresarme, era bueno, con notas notables. Y en la calle, pues mandaba a la gente a tomar por el culo con facilidad.

Pronto empezaron a surgirme problemas. Primero me enteré de que sí existe una diferencia entre la versión oficial del idioma y la versión particular que se hablaba en mi entorno. Y durante mucho tiempo no entendía por qué lo que me enseñaban en el colegio no se llamaba idioma bosnio.

Para resumirlo en pocas palabras: En aquella Bosnia, dentro de aquella Yugoslavia, le habían dado el nombre de una especie de Frankenstein: idioma serbocroata/croatoserbio. Obviamente, esto era resultado de la opresión política y étnica de los serbocroatas/croatoserbios contra los bosnios, algo que no es el tema de hoy, así que paso olímpicamente de este asunto.

Serbio-Croata / Croata-Serbio

Dos formas de hablar. No solamente el acento, eso es lo de menos. Hay dos diferentes formas de pronunciación y de escribir la misma palabra:

Y aún peor, dos palabras totalmente diferentes para lo mismo.:

Y así, ad infinitum. ¿Quieres más complicaciones? Aquí van dos alfabetos: latín y cirílico.:

Más problemas

En Serbia enseñaban la suya, en Croacia la de ellos y a mí en mi Bosnia me metieron por la garganta ambas. Luego, en la calle aparecían palabras y acentos que no nos enseñaban. Por ejemplo, para el ejemplo anterior el de café: kafa, kava y kahva.

Hmm... a mí, eso me provocó aún más confusión; para muchos otros, era primitivismo. Era mi entender que se trataba de una versión más de la lengua bosnia y nada más, la oprimida.

La riqueza de un idioma también está en su uso entre las personas y no siempre en lo que decide un lingüista viejo adormecido en la academia. Esta forma, como "kahva", la usaban en su mayoría los bosniacos, los pocos y probablemente no ateos que practicaban la religión musulmana bosnia. Desafortunadamente, no la enseñaban en la escuela.

Entonces, para la lengua materna que hoy en día hablo, uso una mezcla de todas estas versiones y la llamo bosnia. A mí me vale.

Luego, para complicar las cosas, en Bosnia, y particularmente en la ciudad de Sarajevo, se extendió en la calle el slang llamado šatrovački. Una forma criptográfica y callejera de hablar sin que te entiendan, por ejemplo, un poli. Se usa de esta manera: primero cortas la palabra en dos y pronuncias primero la segunda parte, siguiendo con la primera. Luego, si hace falta, se aplican todas las demás reglas gramaticales para liar aún más las cosas. Por ejemplo::

¡Pues lo hablo perfectamente!

Inglés

El primer idioma extranjero que aprendí fue gracias a la educación pública en la primaria, secundaria y también en la universidad. Me resultó bastante fácil adquirirlo. Lo mejoré bastante escuchando música hard-rock británica y por suerte las películas en la televisión de Sarajevo, así como también en los cines, eran en la versión original subtitulada.

Mi sed por obtener más conocimientos pronto me llevó a leer libros de ciencia-ficción en inglés y también en la universidad de la materia técnica.

Desde que aparecieron los ordenadores e internet a mediados de los noventa, utilizo ambas herramientas en inglés. Tanto el sistema operativo de cualquier dispositivo como los sitios web que leo y visito en el navegador. Digamos que el 30% de mi uso diurno es en este idioma.

Macedonio

En la segunda parada de mi experiencia no solicitada como refugiado de guerra, llegué a Macedonia. Es decir, a la Macedonia del Norte. Allí hablan macedonio y albanés, aunque en la parte donde residía temporalmente se hablaba únicamente macedonio. La diferencia entre el bosnio y el macedonio es similar a la diferencia entre el catalán y el castellano.

Durante un poco menos de un año que estuve allí, nunca llegué a poder hablar el idioma, pero aprendí a entender perfectamente bien lo que decían los locales. Así, yo hablaba bosnio, ellos macedonio, y nos entendíamos bien. No porque yo fuera listo, sino porque a los macedonios les obligaron a aprender este idioma serbocroata/croatoserbio.

Hoy en día, casi no recuerdo nada. Solamente la frase "Sobata na kurčeva rabota", que es parte de un chiste. Lo que sí aprendí fue a respetar su música étnica.

Das Alemán

En mi tercera parada importante como refugiado por el mundo, llegué a Alemania. Estaba tan desanimado, es decir, deprimido hasta los huesos por la guerra en Bosnia, que no me importaba no poder comunicarme. Y una de las consecuencias, obviamente un error mío, fue que no aprendí alemán en los dos o tres años que estuve allí con una Aufenthaltsbefugnis. Fue un desprecio de una oportunidad única.

Por suerte, como el idioma me entraba sola mientras trabajaba en una galería de arte rodeado de alemanes, paso a paso empecé a hablar y leer el alemán. También entendía bastante bien lo que hablaban en la televisión.

Al llegar en España, deje de usarlo. Solo en el trabajo con los clientes alemanes.

Hoy en día, se me ha quedado lo suficiente como para poder decir que "me defiendo" en mi CV. Puedo mantener una conversación simple.

Das Problem, la construcción de la frase, es al revés que en algunos otros idiomas.

Castellano

La última parada fue España. Nada más llegar, la guerra terminó y mis ánimos alcanzaron niveles más aceptables. A los dos años de vivir y trabajar en Gran Canaria, hablaba, leía y escuchaba el idioma. Lo aprendí solo, de manera autodidacta, sin ir a ninguna escuela ni tener ningún profesor. Todavía arrastro algunos errores grabados para siempre en mi cabeza desde entonces. Lo aprendí a partir del inglés, ¡y fíjate!, me lié con eso por supuesto jajaja. Luego me casé con una española de origen cubana y con esto añadí un poco de salsa y son en mi manera de expresarme. Uso el castellano aproximadamente un 70% de mi tiempo.

El problema, primero los artículos porque son diferentes en comparación con el inglés y, a su vez, con el bosnio. El segundo lío son los géneros. ¡La madre que me parió!, en castellano están al revés. ¿Quieres una prueba? La polla y el coño. Fin de la conversación.

Epílogo

Treinta años después de salir de Sarajevo, todo se me ha mezclado tanto que ahora, en mi lengua nativa bosnia, cometo los mismos errores que en castellano o en inglés. Es decir, hablo peor bosnio ahora que hace treinta años.

Así que, mientras lees y cuando encuentres el fallo, no es el fallo de un analfabeto. Es un fragmento de una de los idiomas mencionados anteriormente. Como un sombrero colgado en un perchero en la puerta de un bar vacío. El sombrero está en su lugar, pero nadie sabe por qué.

Post Scriptum

Si eres de los nazi-lingüistas y estas molesto por mi culpa y todo eso: Ðes’ba havery, šipu karu na samaru!

Un saludo,
Drkedrkedjon.